jueves, agosto 02, 2007

Jabalies en San Luis - Desterrando Mitos


Salimos el jueves 28 de junio desde santa fe hacia Buena Esperanza, Provincia de San Luis. Los integrantes de esta travesía Oscar Peiteado al Mando de la Ford Eco Sport, Luis Peña y Sebastián Quittard.


Nos disponíamos a cazar nuestro primer Jabalí, sin experiencia previa por parte de los otros dos, y con solo un fusil Rémington 308 ADL, y mira Meopta Artemis 2000, que posee Luis, Oscar fue sin arma alguna y yo con Mi escopeta Iga Gaucha Miura I del 12.

Zarpamos a las 20.00 hs con una densa niebla que no nos permitía ganarle tiempo a la ruta; viaje largo.

Santa Fe-San Francisco-Villa Maria-General Deheza –Rió Cuarto- Villa Mercedes-Buena Esperanza- un total de 670 Km aprox.

En diciembre del año pasado hice mi primer excursión a san Luis pero no tuve la suerte de cazar ya que no bajo ningún padrillo a la aguada, ademas de que llovio dos días seguidos.

aguada en San Luis Dic 2006
aguada y apostadero en San Luis Dic 2006

Esta ves estaba decidido a cazar uno, aunque sabia que no tenia muchas chances ya que solo contaba con mi escopeta con bala, tiro potente pero a corta distancia.

Llegamos a Buena Esperanza temprano en la mañana y nos alojamos en el hotel los venados. De allí nos fuimos ansiosos hacia el campo.

El dueño del campo nos recibió muy cordialmente y nos indico las aguadas del campo en un explicito mapa para que fuéramos a recorrer y ver si encontrábamos pisadas frescas o algún encame de la noche anterior.

La primer laguna que encontramos estaba detrás de unas dunas, no había lugar para apostarse solo detrás de estas o detrás de la caja de una chata abandonada. El lugar estaba minado de pisadas y revolcadas así que pensamos era un buen lugar, por otro lado estaba todo alrededor de la laguna hoceado por los jabalies.
FOTOS PRIMERA LAGUNA



La segunda laguna nos sorprendió por el tamaño de la misma, estaba rodeada por un monte así que dejamos la camioneta en el camino y bajamos solo con la cámara de foto, Oscar quedo retrasado en la camioneta y cuando estábamos a 100 mts de la misma lo vemos a oscar que hacia todo tipo de señas con los brazos, y de pronto nos sorprende la imagen de una piara de Jabalies que se dirigían hacia nosotros, Oscar contó cerca de 16, no teníamos ningun arma encima, imaginen la desesperación. Para acortar no llegamos a armar las armas y los jabalies nos saludaban de lejos mientras nos daban el culo, Primera conclusión : cuando uno llega al lugar donde están los bichos siempre hay que ir con un arma cargada encima, uno nunca sabe lo que el destino puede deparar. Segunda conclusión: Los jabalies andan de día y pasean por el campo, y deben de ser medio curiosos porque nos pasaron por al lado.

En esta foto se lo ve a Luis sonriente disfrutando del paisaje, del Sol de los pajaritos, segundos despues se le caia la mandibula al ver los Jabalies que le pasaban corriendo por adelante en filita india como en los juegos de punteria. Se puede apreciar abajo a la derecha la sombra de mi cabeza, cuando saque la foto, no atine ni sacar fotos cuando los vi de la deseperacion, sino me gano el premio del año de la National Geographic.





La laguna estaba llena de encames, pisadas de jabalies y algunas de puma, era el paraíso de los chanchos, ese sin lugar a duda era un lugar para apostarse aunque solo para tiros largos por lo que estábamos limitados Oscar y yo ya que a el le habían prestado un palanquero Winchester 44.40 sin mira.

FOTOS SEGUNDA LAGUNA


Luego de recorrer un par de lagunas mas volvimos al campo y nos encontremos con uno de los peones que gentilmente se ofreció a aconsejarnos donde teníamos que apostarnos ya que vaqueano el hombre sabia donde bajaban cada día ya que recorría las lagunas a diario en búsqueda de la hacienda.

Luego de una siesta y de comer algo, nos llevaron a los lugares para apostarnos eran las 18 hs.


Luis se coloco sobre una loma arriba de una laguna muy chica pero contra un alambrado detrás de un monte de donde los chanchos salían, ya que había rastros evidentes que cruzaban a 30 metros de donde estaba el, pelos en el alambre y pisadas, y bajan directamente a la laguna rodeada por medanos y con bastante osamenta, el objetivo era tirarles cuando cruzaran el alambre o cuando tomaran agua ya que estaban a tiro de fusil. Nada de apostadero solo una silla y la mochila con los utencillos a ser: agua, barritas de cereal, café binoculares y mucha paciencia. A las 21.30 aprox siente que vibraba intensamente el alambre y unos “tang” que se repetían. La sorpresa fue grande cuando siente detrás de el los jabalies y se quedo quieto esperando que fueran a la aguada, le jugaron una mala pasada ya que ni pasaron por el agua cruzaron las dunas y se fueron directamente al campo. Donde los Perdió de vista. Al otro día los vaqueanos nos dirían que cruzaron 8 jabalies por detrás de Luis y no donde se suponía tenían que bajar, el apostó a que bajaran a la aguada y ahí tirarles por eso se quedo inmóvil y los veía caminar detrás de el pero no ocurrió así.

Oscar por su lado se apostó con el peón en otra laguna sentado detrás de unas matas y el lugar donde había rastros de bajada a un costado. En el mismo horario de Luis 21.30 6 Jabalies se tiraron de cabeza a la laguna a revolcarse. Oscar le apunto a uno que venia subiendo el médano y complicado ya que no podía ver el guión y el alza de manera correcta trato de apuntar al codillo y le pega en una pata. Sale corriendo y el peón le recomienda que lo corran con la camioneta ya que darían la vuelta a la laguna y correrían hacia el monte. Así fue Oscar desconcertado porque se dirigían al lado contrario hacia donde había visto correr los jabalies. Y tal cual la vos de la experiencia los cruzaron en el medio de un verdeo a gran velocidad y el que estaba tocado corría a la par en 3 patas, cuando los tienen de costado el peón le tira y lo lancea, este sigue corriendo y tras una larga carrera se pierde en un monte, luego de 3 horas de rastreo pierden pista del jabalí que se va herido, con dos tiros de un 44.40.

Por mi parte yo me aposté sobre un alambrado apoyado contra una tranquera rota que puse par apoyar la escopeta ya que a mi derecha tenia un corral con una montaña de alimento balanceado para las vacas, supuestamente tenían que venir del otro lado del corral los chanchos y se ponían a comer en la punta del alimento ya que las vacas estaban a mi derecha y atrás comiendo. Era un tiro seguro para la escopeta ya que estaba a no mas de 30 metros, les podría tirar mientras comían y cuando pasaran el alambre para dirigirse al campo ya que a mi izquierda tenia unas 20 hs de pastaje. Todo lo que había aprendido leído o escuchado, me decía que no estaba en una situación favorable, ya que solo estaba sentado en el medio de un camino contra un alambre sin nada que me tapara y con una luna llena de frente, mi instinto me decía que perdía el tiempo sentado allí desde las 6 de la tarde sin nada que me cubriera, la única ventaja que tenia era un viento leve pero muy frió de frente, lo cual impediría que me olieran. Dura la espera mucho frió por lo que me dispongo a tomar un poco de café, ya que no sabia que hacer para quedarme despierto, era las 21.30 y siento que la tranquera y mi silla que estaban apoyada en ella empieza a vibrar, mi falta de experiencia me hace pensar en el bollero alto que tenia el alambre pero era cada ves mas fuerte y pegaba tirones, ahí entre en razón y pensé “los chanchos” como no los veía en el alimento pensé que estaban detrás mío y me di vuelta pero no solo la otra tranquera a 30 metros y el campo pelado cuando giro nuevamente para delante me quedo helado ante la presencia de 10 Jabalies frente a mi unos 50 metros, muy tranquilos comiendo el pasto que crecía en le medio del camino y haciendo todo tipo de ruidos. Inimaginable la escena pero yo sentado inmutable, largué el termo del café a la arena y los bichos adelante mío comiendo sin importarles mi presencia, verme seguro me veían pero no les llegaba mi olor ya que el viento era mucho mas fuerte. Salieron unos 30 metros mas adelante del cruce y no comieron el alimento. Mi corazón latía de tal forma que pensé que se me salía y los jabalies podrían escuchar el latido, la adrenalina corrió por mis venas y mi cuerpo comenzó a temblar nunca antes había sentido esa sensación tan extraña. Apunte la escopeta al montón pero no podía coordinar el guión y el alza y me parecía que no era una distancia prudente de tiro ya que lograría solo herirlo y nunca había tirado con bala con la escopeta, millones de preguntas y pasaron por mi cabeza así que me aguante el tiro y espere como me dijeron a que volvieran por el alimento, pero no fue así lentamente se dirigieron hacia el campo y se fueron alejando en fila india y se quedaron en el medio del campo hoceando tranquilamente, nunca mas volvieron y a la 01.30 de la madrugada cuando me fueron a buscar seguían en el medio del campo muy lejos comiendo ya que los podía ver con el binocular.

Les cuento mi experiencia que me dejo con los ojos abiertos hasta esa hora y les propongo buscarlos con la camioneta en el campo, cuando nos acercamos los alumbramos con la luz de la camioneta, los corrimos de frente pero los perdimos en un monte a unos 200 metros.

Fue una noche especial llena de sensaciones llena de conjeturas, se aprendió mucho, se entendió poco de todo lo que había pasado, ya que se nos derrumbo todo lo que habíamos leído y los concejos que nos habían dado antes de partir.

La segunda noche Luis sé aposto en otra laguna que había tenido mucho movimiento, además cebada con gasoil y maíz, apostábamos a que Luis cazara el ansiado jabalí.

LUIS APOSTANDOSE EN LA LAGUNA PROMETEDORA



Oscar y yo resignados nos fuimos a la laguna donde la noche anterior había estado Luis, ya que nos habían dicho que ahí bajan siempre, para cubrir todo el terreno yo me puse para el lado del alambrado y oscar hacia el lado donde le salieron a Luis así teníamos todo el terreno cubierto, era un tiro difícil ya que teníamos el mimos problema de apuntar y tenia que ser un tiro rápido ya que solo cruzaban por ahí. Nos apostamos a las 6 y como a las 7.30 decidimos cambiar de lugar ya que no nos resultaba favorable la posición y si bajan a la laguna nos moríamos de la angustia de verlos chapotear y no poder tirar a 100 metros sin mira. En contra de todo lo escrito desarmamos las sillas armamos las mochilas ruidos de por medio caminamos hacia abajo hacia la laguna y nos sentamos al lado de un árbol sin follaje a 35 metros de la laguna la cual veíamos en parte porque estábamos en una lomita y nos tapaba la mitad de la misma que teníamos a la izquierda. Improvisamos con una frazada de polar y una silla un escondite para taparnos y yo me quede sentado en el suelo y oscar en su silla.





Nuevamente el ritual de no hacer ruido, y quedarse quieto. Aunque la resignación era inminente ya que habíamos hecho un quilombo bárbaro al cambiarnos de lugar. Los jabalies deberían supuestamente bajar por la loma frente a nosotros por lo que por lo menos los veríamos bajar hasta que ellos detectaran el enorme bulto que tenían enfrente que éramos nosotros. Me dispongo a orinar en mi botella de cuello ancho, aunque les confieso que ya estaba por pararme e ir orinar a la laguna cuando siento un chapoteo, le comento a oscar pero el estaba concentrado mirando la loma con los binoculares siento el chapoteo otra ves y no veo nada, otra ves y mi veo que algo se mueve sobre la laguna a mi izquierda, otra ves las mismas sensaciones el corazón que quería salir del pecho y un jabalí en el borde de la laguna tomando agua, no puedo salir de mi asombro, salió de atrás de la lomita por eso lo escuché pero no lo vi, y estaba solo. Desesperado le digo a oscar que tenia un jabalí frente a mí. Tiro el tarro de boca ancha agarro la escopeta que deje sobre la silla y le apunto como puedo su silueta era perfecta ya que el reflejo de la laguna me permitía ver sobre él y bajo sus patas. Así que tome de referencia el agua y baje un poco el caño a la altura del cuello done mi amigo cazador el Mono Velásquez me aconsejo apuntar. Cuando estaba por tirar Oscar me dice que me lo alumbra con la linterna para que pudiera tirar mejor, seria un segundo ya que el jabalí se asustaría, coordinamos y cuando el prende la linterna se me iluminan el guión y el alza, corrijo unos cm y efectúo el disparo. Se rompió el silencio de la noche y como si le hubiera tirado con un cañón cargado de martillos veo que se derrumba en sus patas traseras y una milésima de segundos después cae de costado hacia el agua, por lo que no le tire el segundo tiro con perdigones. Mientras oscar lo seguía alumbrando mas rápido que Jen West le metí otro cartucho con bala y volví a apuntar, no se movía solo la pata trasera, teníamos un chancho tumbado a 35 metros y no sabíamos que hacer, cautelosamente nos acercamos, oscar apuntado con la linterna y yo con la escopeta tipo comando, solo los que han cazado un jabalí deben haber sentido todo lo que sentí en ese momento la alegría incontenible de querer gritar saltar nos abrazamos y festejamos y a mi me temblaban las piernas de la emoción de haber cazado mi primer padrillo.










3 comentarios:

Adolfo Faya dijo...

Seba: esta muy bueno el blog, me gustaron las fotos, los relatos y las aventuras. Si cultiváramos más el arte de la caza, tal vez seríamos menos agresivos con nuestros congéneres, no?. Esperamos proximos capitulos, Adelante y felicitaciones!!!
Adolfo Faya.

Unknown dijo...

sebas; soy walter de campana, te felicito por el blog, me gustaron mucho las fotos, mi mail es chicowal@hotmail.com, me gustaria que mandes fotos de tus proximas cacerias, y de todas ,, te felicito por los grandotes bichos que agarrastes, me imagino que a la parrilla o como los hayas hechos deben de haber estado muy ricos,, saludos,, walter sanchez,, campana,

Sebastian Quittard dijo...

Gracias Walter Ya te mande un correo.